¿Quedan deseos de ayudar a las demás personas?
Como cristiano tu espíritu te impulsa a hacerlo. A pesar de las frustraciones
y los engaños sigues ayudando, pero la mayoría
de las personas piensa dos veces antes de extender la
mano. El amor de muchos se ha enfriado. Jesús lo había
dicho. La maldad iría en aumento cada vez más y las
personas solidarias irían disminuyendo.
¿Por qué el ser humano procede de ese modo? Existe
un vacío en el corazón. La incoherencia de su extraña
manera de proceder no es entendida por él mismo. No lo
puede explicar. Sólo sabe que busca algo y, en su carrera
loca tratando de encontrarle un sentido a las cosas, se
hiere y lastima a los otros, sin importarle que esos otros
sean, muchas veces, las personas que más ama. Muchos hombres atacan de diferentes maneras, metiendo a todas las iglesias en la misma bolsa. Se postulan a diario en un rol de verdugos y creen que les queda bien. Por una manzana podrida, pagan el resto.
Pablo lo dijo. En los últimos tiempos habría hombres "crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados".
Todo el mundo tiene miedo de todo el mundo.
Nadie confía en nadie. Las grandes y las pequeñas
ciudades están llenas de pandillas en cada esquina. Los
fuertes sacan provecho de los débiles. Las metrópolis se
han transformado en verdaderas junglas. Las fieras son
los propios seres humanos.
Alan Weisman, en su nuevo libro, El mundo sin nosotros
imagina cómo sería el planeta sin los seres humanos.
Tal vez, mejor. Yo, personalmente, no lo creo.
Creo que la raza humana está perdida en las sombras
de su alejamiento de Dios. Y no se animan a admitirlo.
No hay otra explicación.
La declaración de Hobbes nunca tuvo tanta relevancia:
"El hombre es el lobo del hombre".
¿Por qué el hombre no es feliz? ¿Qué le falta? ¿Qué
es lo que tanto busca y no encuentra? El ser humano de
nuestro tiempo es un ser permanentemente desesperado.
Puede negarlo, argumentar, discutir, gritar a pulmón lleno
que no lo es, pero es un ser insatisfecho. Nada de lo
que consigue es diferente. Entonces se extravía en la
maraña de sus deseos, cae en el caos, se hunde en la
arena movediza de su desvarío y sufre.
El uso desmedido de drogas es pavoroso. Cada año
se gastan en el mundo 150 mil millones dólares en el
consumo de drogas. Se trata de una de las industrias más
rentables después de la del petróleo. Si a esto le añades
que se gastan 204 mil millones en tabaco y 252 mil
millones en alcohol, te darás cuenta de la completa
inversión de valores en nuestra sociedad.
Se cree en la "necesidad" de estudiar la legalización de
las drogas con el fin de revertir radicalmente el cuadro de
presente de corrupción policial, y otros crímenes asociados
al tráfico y el consumo de drogas.
Al mencionar Jesús a esta clase de personas como
una señal de los días finales no las estaba condenando
a ser así, simplemente las estaba describiendo.
Los hombres que cometen atrocidades escogieron
voluntariamente el camino de la perversidad. Decidieron
ser violentos y tratar a un ser humano peor que a
un animal. Ocurre a diario. No había motivos para hacerlo. No querían
robar; tenían dinero.
Un sociólogo trata de explicar la conducta de estos
delincuentes como siendo productos de la
cultura de la impunidad que la sociedad experimenta. La
verdad es otra. Así lo dice el profeta Jeremías: "Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá?".
El problema del ser humano es su loco y desesperado
corazón. Es violento por naturaleza. Es malo, engañador
y traicionero. Es perverso, sanguinario y cruel. La educación
puede barnizar su comportamiento. Puede enseñarle
a disfrazar sus intenciones. Puede llevarlo a vestir camisa
blanca y corbata, pero no puede transformar su corazón.
Continuará siendo deshonesto y egoísta, pero sofisticado.
Por detrás de sus discursos inflamados en favor de la paz
promoverá la guerra. Cinco de los países que más lucran
con la venta de armas forman parte del Consejo de
Seguridad de la ONU.
El amor de muchos se está enfriado. Tú ves en la
esquina de la calle a un niño desvalido, pidiendo limosna,
y un poco más allá observas a los explotadores de
esa criatura esperando el lucro diario. Te sientes ridículo.
Tus sentimientos de ayuda al desprotegido saltan por los
aires. Te ves burlado y herido en lo íntimo. Te propones
nunca más hacer el papel de tonto.
Estás en la puerta de tu propia casa. Una mujer cansada,
con un niño en brazos, te pide un poco de agua.
Tu corazón es movido a ayudar. Vas a la cocina a traer
el vaso de agua. Cuando regresas, la desconocida ya no
está. Desapareció llevándose el equipo de audio que
tenías en la sala.
Sólo Jesús es capaz de transformar el corazón. Él no
trabaja por fuera. Su obra empieza dentro, donde están
las raíces. "Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo
pondré dentro ellos; y quitaré el corazón de piedra de
en medio de su carne, y les daré un corazón de carne".
Jesús puede hacer en la vida de las personas que lo aceptan
como su Salvador. Para Jesús no existen casos imposibles.
Para él no hay nadie que no pueda ser recuperado.
Un día llegó a Betania y encontró a su amigo Lázaro
muerto. Hacía cuatro días que estaba en ese estado. Sus
carnes ya se encontraban en estado de descomposición.
Ya olía mal. Nadie podría imaginar que había remedio
para un problema semejante. La ciencia nada podría
hacer, el dinero tampoco, ni la tecnología, ni cualquier
otra cosa. Pero Jesús llegó, y cuando él llega también lo
hace la vida, porque él es la vida.
La historia es muy conocida. Jesús ordenó: "Lázaro,
ven fuera", y el cadáver resucitó. He visto a Jesús hacer
los mismos milagros hoy. Lo veo todos los días en todos
las ciudades de muchos países.
Allí en donde se realizan cruzadas evangelizadoras.
Allí en donde se da testimonio con la palabra y también con los actos.
Cadáveres espirituales son vueltos a la vida. Hogares
destruidos son reconstruidos. Sueños hechos pedazos son
convertidos en realidad. Jesús es la vida, y donde él entra
sólo puede haber vida en plenitud.
Estás a favor o en contra. Estás del lado del bien o del mal.
La respuesta es tuya. Sólo tuya.
Fuente: Libro "Señales de Esperanza"